Pedro Manini Ríos

El 4 de julio de 1958, Pedro Manini Ríos dejó de existir, hecho que provocó profunda congoja en la sociedad oriental (Primer Presidente Honorario de los albos), quien formó parte de la cultura de nuestro país, y que además presidió la Asamblea efectuada el 14-5-1899 en la cual se le dio vida al Club Nacional de Football.

Manini Ríos, se destacó su pasión por el fútbol, justamente en ese tiempo en que el nuevo deporte o el football, como lo llamaban, generó una extensa y ardua polémica –a favor y en contra- entre los intelectuales montevideanos. Manini Ríos resultó una de las grandes espadas del periodística en su defensa, pasando directamente a la acción. Participó activamente en fundación del Club Nacional de Football, surgido en ese mismo ámbito universitario en 1899, figurando en la selecta nómina oficial de los hacedores de la institución.

En 1896, Manini Ríos con 17 años era un muchacho destacado amigo de José Serrato, otro apasionado por el fútbol y también, fanático del Club Nacional de Football. Recibido de abogado, el Dr. Pedro Manini Ríos se incorporó al plantel de redactores de El Día, sumando al mismo –inmediatamente- a su amigo Héctor Rivadavia Gómez, con 16 años.

Pedro Manini Ríos que fue sin lugar a dudas, una de las figuras políticas más gravitantes de la primera mitad del siglo XX: periodista, escritor, abogado, catedrático de economía política en la Universidad de la República, incursionó en todos los ámbitos del conocimiento, y en ocasiones se hizo guerrero. Este infatigable creador de emprendimientos fue fundador o co-fundador del Club Nacional de Football y la Federación Rural.

Su padre, que murió cuando tenía 2 años, era un inmigrante italiano piamontés que se desempeñaba en el área de la construcción, y su madre Graciana Ríos, hija de un oficial de Oribe que se había radicado en Villa Encarnación (La Unión) una vez finalizada la guerra Grande, solía definirse como “blanca oribista, del Cerrito y de Quinteros”. Cuando su hijo Pedro se hizo colorado, sus amigas –que eran del círculo de Aurelia Viera- comentaron: “pobre Graciana su hijo se hizo “salvaje”.

Hizo toda la guerra de 1904 como secretario del Cnel. Pablo Galarza, un militar caudillo que agregaba a un innato don de mando una fina inteligencia de estratega. Finalizada la contienda armada fue Manini el verdadero negociador de la Paz de Aceguá.

También fue clave en 1904 al interceder ante José Batlle y Ordoñez para que los Hermanos Céspedes que estaban en Argentina pudieran cruzar para jugar la final que campeonato uruguayo de 1903 y ganarlo.